El frío no me gusta. De nunca. Me hace temblar, castañetear los dientes, me baja la energía a los niveles de una babosa que se arrastra por el suelo a la velocidad del minutero del reloj.
Pero este invierno le estoy encontrando ventajas a esto del frío. Estas son:
- Gran oportunidad para hibernar como los osos debajo de mi edredón
- Gran oportunidad para hibernar como los osos debajo de su edredón
- Gran oportunidad para hibernar como los osos debajo de su edredón haciendo trampas. Esto es, no dormir, para jugar a los médicos y cosas similares
¿Fui yo la que dije cosas tan malas sobre el frío? A mi que me registren 
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Caja de humor 
hibernar y maldades bajo un edredón, ¡qué perversidad! ¡Y cómo molan las perversidades! 😉
¡Eso, eso! ¡Que me registren a mi también!
Jugue. 😛
El frío mola más que el calor xD No existen equivalentes a «más mantas» cuando hace calor xD En Sevilla, cuando llegan «esos días» y estás en pelotas con la barriga en las baldosas como los perros y el aire acondicionado, ni acondiciona ni ostias, uno se acuerda del invierno con mesa camilla XD
Jejeje, sí que molan las perversidades, jugue, tú lo sabrás bien, como tu nombre indica, jijiji
Ay Sevilla! fui una vez en agosto y casi perezco, ¡¡y eso que soy friolera!! ¡madredelamorhermoso!! Eso sí…. la ciudad, y la dorada a la espalda… lo mejor del mundo!!
Besitos 🙂 !
Va a ser que cada estación tiene sus pros y sus contras xDD lo importante es sacarle el lado bueno no¿? ;D
Por supuesto, Davidi 😀